9
novembre
2008

Los cuatro tiempos del cuerpo – en España con Jean-Luc Perot

QI GONG « Seis actitudes frente a la vida»

Esta secuencia la recibí en un curso del doctor Yayama en el año 2002, para afinar la disposición mental en la práctica de su Qi Gong.

  1. Acoger. La gratitud, aceptar el tiempo que viene y se va : abrir los brazos.
  2. Ofrecer. El amor solar, irradiante : dar, adelantar las manos.
  3. Autocuración. Cuidar de uno mismo, aceptarse sin remordimientos ni arrepentimientos: los brazos cruzados descienden desde la cabeza para limpiarse de esos parásitos o interferencias.
  4. Evolución. Confianza en la progresión positiva del entrenamiento y en la evolución de la vida : los dos brazos suben delante y arriba.
  5. Universalidad. Abrirse al tamaño universal de la aventura : los brazos describen un círculo de abajo a arriba, hasta encima de la cabeza.
  6. Creatividad. Estar consciente de tu propio papel en la creación : las dos manos unidas suben hasta lo más alto siguiendo la corriente central.

Convencido de que la eficacia del Qi Gong está en nuestra manera de mirar a la vida, se me ha impuesto la necesidad de profundizar en el sentido de esos gestos.

He aquí una interpretación de ahorita siguiendo mi propuesta de los cuatro tiempos del cuerpo :

1 y 2. Cuerpo físico y orgánico : El tiempo físico nos sitúa en el planeta Tierra, materia sometida a la atracción terrestre, a la forma en el espacio/tiempo y a la vida. El tiempo orgánico nos considera como un cuerpo integrado en el cual cada parte, cada trozo está conectado con el Todo vía la sangre, el aliento y la mente. De pie, firme en la Tierra con un tropismo solar y un respaldo posterior con un apoyo consciente en sus propias espaldas. Conteniendo la expansión de la pared anterior (abdomen y caja torácica) la respiración, en su proceso mecánico, nos hace sentir cómo la presión sube desde el fondo (perineo) de la pelvis hasta la nuca y el cráneo. Eso nos permite, por una parte, construir una postura alargada subrayando su componente neumática y, con el mismo mecanismo, poner un acento más claro sobre las bisagras (referidas a la colocación de Chacras) usando la cualidad plástica de los tejidos. Es lo que llamo el “efecto globo” : si apretamos un globo de goma desde un lado, se expande el otro lado. Por otra parte, esto también nos permite seguir con el movimiento de los brazos y manos el nivel de la expansión intracorporal.

3. Cuerpo energético : Somos un todo, un complejo sistema abierto que vive de intercambios disipando la energía recibida en el mero hecho de vivir.

  • 1 y 2. Son el paso inicial y fundamental, dar y recibir, abrir los brazos para dejar fluir la energía saliendo y entrando sin estancamiento ni pérdida. Acoger la vida y dar a la vida.
  • 3. Cuidar de uno mismo. El descenso de las manos conduce a la Tierra todas las interferencias nefastas. La Tierra, en esta acepción, es el humus, la materia térrea que puede reciclar todos nuestros gastos.
  • 4. Andar con la vida que nos invita a la transformación, a la mutación y a la continuación. Ánimo y adelante. Crecer es aceptar el cambio, la evolución. La muerte se hace parte de la vida.
  • 5. No podemos mirar hacia nosotros sin entender que estamos incluidos en la vida de la Tierra, es decir, en nuestra Sistema Solar, formando parte del cosmos ; y más allá del universo, evolucionando desde hace unos 15 millones de millones de años hasta hoy.
  • 6. Y eso nos invita a tomar en conciencia la unicidad de nuestra presencia y la creatividad que nos hace vivir de una manera única. Cada uno es esencial en este sentido.

4. El cuerpo filosófico : Se apoya sobre los 3 otros y será enunciado de forma personal por cada uno de nosotros.

  • 1- Abrir los brazos resuena con plena receptividad. Una disponibilidad humilde a lo que ocurre para dejarse fecundar y despertar una adaptabilidad al cambio.
  • 2 – Dar sería implicarse, meterse en la vida , participar con confianza y esperanza de lo mejor, puesto que este compromiso amoroso tiene que ver con el poder del Sol.
  • 3 – La abertura implica una visión realista de nuestra situación para aclarar lo que nos nutre y nos hace crecer, lo que nos hace daño y lo que optimiza el placer de vivir. Aceptar nuestra vulnerabilidad como oportunidad para aprender y no para victimizarse ante lo poco de libertad que nos deja nuestra vida.
  • 4 – Ni pesimista ni optimista, sino un sentido trágico de la vida. El deseo de aprender y la confianza en la evolución nos permite seguir adelante con flexibilidad y un apreciado sentido del humor. Para cambiar (mutar) hay que intercambiar sin parar de caminar.
  • 5 – La armonía viene de la conciencia de mi participación en el Todo : soy una célula de un organismo gigantesco , universal y cósmico; una conciencia biológica, ecológica y humanitaria. Una conciencia humana ensanchada por el aprendizaje de las leyes de la vida en el campo relacional.
  • 6 – La humanidad espera que yo sea como Yo, con coherencia entre lo que pienso, lo que siento y lo que hago. La creatividad es natural, cada uno vive en una fórmula inédita. Haz lo que hagas, no se trata de cambiar el mundo sino de crearse a uno mismo. La verdadera subjetividad nos permite relacionar y compartir con otros.

Jean-Luc Perot

Febrero del 2008

2
novembre
2008

La transmission du TaiJiQuan

Tradition contre traditionalisme.

Petit propos provocateur et pacifiste.

D’abord, il y a la manière chinoise de dire que le TJQ est un art vénérable. Don fait par le Ciel à un empereur lié au nord et à la nuit … Intuition sublime face à l’affrontement du serpent et de l’oiseau… Un sage venu de l’Inde, des moines guerriers, des héros justiciers…

Tout un langage codé où se répondent les nombres, les éléments, les images et les couleurs dans la vision organique de la tradition chinoise au gré des milieux et des époques. Option métaphysique, symbolique, légendaire, médicale, sexuelle, une transmission vivante et changeante en accord avec les époques. Le Dao à mille portes, chacun la sienne. Ensuite il y a le piège d’une traduction littérale, péché traditionnaliste qui fige le message en dogmes et vérités, règles et lois.

Le TaiJi devient l’UN absolu et tout puissant, la vérité ultime – Ne cherche pas à comprendre, c’est vrai puisque les Anciens l’ont dit – travaille petit débutant !

Le TaiJiQuan est alors un trésor, un répertoire de gestes et de silences sacrés, à copier fidèlement avec l’espoir d’arriver un jour à la sagesse des sages.

Extinction du feu de l’esprit, domination des mots et des images toutes faites. Du prêt-à-porter, déjà pensé et formulé à l’usage du profane. Vision hiérarchisée, programmée de la progression où l’expérience réfère davantage à avoir de l’expérience qu’à faire une expérience. Un rapport de domination stable s’installe entre les « initiés » détenteurs de pouvoir et les « inhibés » demandeurs de pouvoir.

C’est la version institutionnalisée de la tradition, le message est perverti, le transmission ne porte plus sur l’inexprimable, le vide et la question mais sur le discours, l’emballage et la réponse.

De l’autre côté, la version révolutionnaire.

Le regard se déplace du sommet vers la base, de l’objet vers le sujet, du maître vers l’élève et de la transmission sur la réception.

C’est là que s’exprime le mieux la vertu de l’exercice où le désir fonde l’engagement. Il ne s’agit pas de récuser le travail des Anciens : Au contraire, se mettre dans leurs traces, monter sur leurs épaules, retrouver l’innocence où l’expérience du monde passe par l’expérience de soi.

L’invention de soi.

Aventure de toute la vie où l’on rencontre le sauvage « le vierge, le vivace et le bel aujourd’hui », autant de montagnes à gravir, de tigres à chevaucher, d’ailes à déployer et d’offrandes à adresser à l’immortel.

Dans l’invention de soi, Il y a d’abord l’idée de venir à soi (in-venire), en soi ou vers soi c’est à dire faire une conversion, un retournement des sens de l’extérieur vers l’intérieur sans se laisser distraire par le brillant, le bruyant et le payant.

Ambiance de méditation, de concentration ou de réflexion bien évoquée par le verbe – se recueillir à l’infinitif; se cueillir sans cesse.

Il y a ensuite un travail d’inventaire, décapant comme le vitriol des alchimistes. Visite Interioram Terrae Rectificando Invenies Auris Lapidem Veram Medecinam. Distinguer et trier avec une conscience plus claire ce que l’on garde et ce que l’on abandonne dans tout ce qu’on a l’habitude de considérer comme soi ou comme sien parce que allant de soi, depuis toujours. Exercice difficile, enfermé que l’on est dans les idées toutes faites, dans les comportements automatiques parce que enregistrés très tôt et valorisés par le milieu qui nous a vu naître.

Enfin il y a invention, acte d’imagination où l’on combine de manière inédite les éléments de notre vie. C’est le propre de l’homme.

Créativité de l’artiste qui à l’intérieur de la contrainte formelle exprime sa manière de vivre et de faire vivre la forme avec assez de conformité pour jouer en concert avec les autres et assez d’originalité pour en faire une œuvre renouvelée.

Emergence d’une personnalité où l’on peut voir à l’œuvre la puissance unifiante de l’esprit qui circule de l’intention à l’action en mobilisant les souffles et la sensibilité . Image fécondante pour celui qui regarde et se sent invité à participer.

Tradition en mouvement contre tradition figée

C’est la disposition d’esprit de l’élève qui fait se lever maîtres et adeptes au gré de leurs rencontres et qui nous rend compagnons dans la Vie.

Jean-Luc Perot